Era se una vez dos gibosos, uno
era generoso y bueno y le gustaba ayudar, el otro era envidioso, vago y
egoísta.
Un día
el primero se encontró con una anciana que transportaba unas pesadas bolsas
llenas de comida.
-Deja
que te ayude –se ofreció él.
Acompaño
a la anciana hasta su casa cargando con las pesadas bolsas.
-Muchas
gracias –le dijo ella cuando llegaron –como has sido tan bueno te haré un
regalo. Dime los días de la semana-
-Lunes martes y
miércoles tres,
Jueves viernes y
sábado seis,
Y con el Domingo
siete.
-deja tu giba y
vete.
Y el
giboso se fue sin su giba, pero cuando vio al otro giboso este segundo le
preguntó:
-¿Donde
está tu giba?
El
primero le contó lo sucedido y le indicó como encontrarla.
El
giboso envidioso fue a ver a la anciana que estaba comprando la cena.
-¿Tú
eres la anciana que le quitó la joroba a el otro giboso?
-Si,
soy yo.
-¿y
podrías quitármela a mí también?
-Pero
antes, ¿me ayudas con la compra?, pesa mucho y tengo que llevarla a casa.
Él
aceptó pero esta en esta ocasión fue ella quien cargó con las bolsas.
-Y
ahora quiero que me quites mi joroba.
-Muy
bien, dime los días de la semana.
-Lunes martes y
miércoles tres,
Jueves viernes y
sábado seis,
Y con el Domingo
ocho.
-coge la giba de
ese otro.
Y el
giboso se fue con dos gibas por envidioso.
COLORÏN;
COLORADO; ESTE CUENTO SE HA ACABADO; Y DEL TEJADO AL COSO QUIEN NO LEBANTE EL
DEDO GIBOSO.
Que bonitos tus cuentos, me encantan, escribes super bien, te felicito
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